8.1.22

Unánimo de Theo y Ora Coster

 

Sinopsis:
Un juego para toda la familia en el que no gana el más original sino el que está mejor conectado.
1. Saca una tarjeta.
2. Escribid las 8 palabras más representativas sobre ese tema.
3. Cuantos más participantes coincidáis en una respuesta, más puntos ganaréis.

¿Cómo se juega?
Pueden jugar hasta ocho jugadores y cada uno recibe un rotulador y una pizarra. Se mezclan las cartas y se saca una que nos indica el tema sobre el que escribiremos. En un tiempo prudencial, pese a que no viene temporizador, hay que escribir ocho palabras relacionadas y no pueden ser derivadas ni en otro idioma. Una vez todos han escrito o se acaba el tiempo dado, se comparan las palabras escritas y se puntúa según el número de personas que hayan coincidido en esa palabra (si tres jugadores, además de mí, coincidimos en la palabra, ganamos 4 puntos. Si sólo la he escrito yo, no me llevo ningún punto). El juego es muy estricto en eso ya que no da por válido puntuar si se ha escrito "Diario" y "Periódico" aunque sean sinónimos. Cada jugador apunta su puntuación de esa ronda, se juegan dos rondas más con una nueva tarjeta de tema cada una y se suma la puntuación total. Gana aquél que tenga más puntos.

Tres rondas. Conexión mental rozando el 0...


A medida que las cosas han ido yendo a la nueva normalidad, hemos podido jugar a alguna cosilla nueva, pero nos faltaba tiempo para ir reseñando. Intentaremos ponernos al día.
Vamos con un juego de palabras, me encantan los juegos de palabras. Éste es todo lo contrario al Scattergories, donde lo que se premiaba era la originalidad y no coincidir con nadie. También se diferencian en que aquí no te obliga a usar una letra en concreto y en que las temáticas pueden ser algo más concretas.
Me he dado cuenta que la única estrategia que puedes seguir para conseguir puntos es, si conoces a los que juegan contigo, intentar pensar como piensan ellos, pero vamos, que te puede salir el tiro por la culata.
Es un juego sencillo y rápido, puede que demasiado rápido, lo que me ha sabido a poco, pero por contra puede ser un punto a su favor ya que es fácil que vea mesa, sobre todo entre gente no jugona.
Los dibujos son muy monos aunque son meramente decorativos, ya que el mismo juego también te prohíbe escribir algo que salga en la ilustración, aunque según cuál es difícil que no acabe saliendo la palabra porque es tan obvia que es imposible que no te acuda a la menta, pero luego te llevas el chasco al ver que nadie más la ha puesto...
La calidad de los materiales es buena, el gramaje de las cartas es correcto y está ilustrada por ambas caras, por lo que la rejugabilidad es alta. La pizarra es gruesa y también se puede escribir por los dos lados y es una gozada borrar la tinta del rotulador.
Resumiendo, es un juego entretenido, apto para todos los públicos y de tiempo reducido, por lo que da pie a hacer varias partidas seguidas o jugar entre otros juegos más duros. La pega que le encuentro es, para mí, que se queda corto precisamente por esa rapidez y que a lo mejor no da pie a respuestas hilarantes, ya que buscas las más comunes para coincidir y rascar puntos.

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