30.5.18

Carcassone de Klaus-Jürgen Wrede



Sinopsis:
Crea tu propio territorio, utiliza a tus seguidores como caballeros, bandidos, monjes o campesinos y consigue más puntos que nadie.

Cómo se juega:
Tal y como indica la caja, son 3 simples pasos:
1- Juega una ficha
2- Coloca una figura
3- Puntúa
No tiene más.

Se ponen todas las fichas boca abajo, se colocan haciendo coincidir el dibujo para ir creando ciudades, caminos o monasterios, se coloca una de tus figuras en la ficha que acabas de poner (si quieres y/o puedes) en la posición que prefieras (caballero en la ciudad, bandido en el camino, monje en el monasterio o campesino en el prado) y, si completas una ciudad, cierras un camino o rodeas un monasterio, te anotas los puntos y recuperas tu ficha.

Aquí podéis ir viendo la evolución del territorio




Disposición final:


Puntuación final:



Éste es uno de los juegos con los que la gente suele iniciarse en el amplio mundo de los juegos de mesa llamados "modernos" y es pura casualidad que sea el juego que inicia el blog.

Hay mucha gente que echa pestes de este juego (junto con el Catan, que algún día reseñaremos) porque es de los primeros que sacaron fuera de lo más comercial y con todo lo que ha crecido este mundo lúdico y la ingente cantidad de juegos que hay dicen que ha quedado como muy básico y que hay cosas mejores.

Yo creo que, precisamente por su sencillez (que no lo es tanto) es por lo que gusta jugar y es fácil que vea mesa porque es rápido de montar.

Digo que no es tanta su sencillez porque tiene mucha estrategia. Tienes que pensar bien dónde colocas la pieza para sacar los máximos puntos posibles, que logres cerrar ciudades grandes, que no regales puntos a los contrincantes o, incluso, que puedas aprovecharte de puntos ajenos y les obligues a compartirlos o robarlos. La gente que ya ha jugado mucho a este juego (hay campeonatos y todo) sabe cómo hacerlo porque se acuerda cuántas fichas de cada hay y contando las fichas que hay en juego puede saber si tiene posibilidades de cerrar ciudades o rodear monasterios y así administrarse los puntos. Tengo que decir que eso, particularmente, es lo que no me gusta del juego. Una alternativa que quiero probar para evitar el contar fichas es el retirar dos o tres al inicio del juego sin revelarlas.

Hay que tener en cuenta que también hay azar, pues no sabes qué ficha te ha tocado hasta que la volteas y puede ser que nunca salga la que estás esperando y, en cambio, veas cómo tu contrincante la "encuentra" y la coloca de manera beneficiosa para él y dejándote con la ciudad sin cerrar.

También hay disponibles varias expansiones que varían el juego. En esta caja que tenemos en la ludoteca viene la expansión del río, que modifica el inicio de la partida, y el abad, que te permite conseguir más puntos.

2 comentarios:

  1. No he jugado nunca a este juego, pero no creo que llegara muy lejos. He jugado a otros juegos de estrategia en tablero, y no solamente he perdido siempre de manera contundente, sino que durante la partida tenía que esperar mucho tiempo a que me tocara mi turno - porque los demás jugadores tenían más territorios y acciones disponibles, según el juego - y cuando al final me tocaba no podía hacer casi nada. Curiosamente, la estrategia en los videojuegos se me da bastante bien, pero en los tableros no doy una.

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    1. Eso que explicas es más tipo Risk, a mí me pasa igual. En este juego no debes preocuparte por eso, los turnos son relativamente rápidos, a no ser que te pares a contar fichas y puntos, y todos tienen el mismo número de acciones: colocar loseta y colocar figura.

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